No es uno contra otro, es uno dentro de otro. El cumplimiento operativo debe tener implícito el cumplimiento normativo.
Hoy en día las empresas de servicios necesitan cumplir con diversas normativas, dependiendo de su giro y el tipo de clientes que atienden.
Algunas siglas de normativas: PLD, ESG, ISO, ESR, EHS, CSR.
El problema, es que cada una de ellas se atiende con iniciativas aisladas entre sí y por supuesto aisladas de la operación.
Lo cual provoca que se tengan muchísimos retrabajos y desmadre operativo.
Por eso el clásico: “Además de operar, ¿tenemos que cumplir con la Normativa?”.
Entonces, cuando se acerca la fecha de la auditoría, certificación o como se llame para cada caso, todo mundo anda como loco preparando información, llenando formatos, barriendo y trapeando.
Se van las visitas y ahora hay que correr otra vez para poner al día los temas operativos, que no se hicieron por preparar lo normativo.
Y así todos los meses.
Mientras tanto, la rentabilidad operativa, está toda maltratada por los retrabajos.
Uno contra otro
La causa de este problema tan caro y riesgoso, es que se contraponen la operación y las normativas.
Si ambas son necesarias para la continuidad y crecimiento de la empresa, ¿por qué se contraponen?
Por dos razones: La operación llegó primero y qué flojera la normatividad.
La operación llegó primero. El negocio nació y creció basado en su operación cotidiana, sin necesidad de normativas.
Qué flojera la normatividad. En la cultura laboral, las normativas crean esta sensación en las personas, porque se cree que generan trabajo adicional que no sirve para nada.
Con este marco de referencia en la empresa, cuando le preguntas a alguien cómo va con la normativa, frecuentemente recibes esta respuesta: “¿O los clientes o la normativa?, no puedo hacer las dos. Y vivimos de los clientes”.
Entonces contestas: “Primero el cliente”.
Y en ese momento se activa una bomba de tiempo, que va a explotar cuando llegue la auditoría.
Uno dentro de otro
La realidad es que puedes hacer las dos cosas al mismo tiempo, atender al cliente y cumplir con la normativa, cuando tu operación está bien calibrada.
El planteamiento tradicional con la normativa, es que sea un chipote en la operación normal, algo extra.
El chipote no está relacionado con la operación, con ninguno de sus indicadores, tampoco con las personas y mucho menos con la rentabilidad operativa.
Sin embargo, es fundamental para la continuidad de la empresa.
Lo que necesitas es que la normativa esté dentro la operación. Es decir, que durante el trabajo cotidiano se vaya cumpliendo con la normativa.
Porque ese es el objetivo de cualquier normativa, ser una guía para tener un comportamiento cotidiano consistente.
Por supuesto, si tienes Desmadre Operativo es muy difícil hacer esto, porque ni siquiera tienes mapeada tu operación normal, por eso no puedes incorporar la normatividad.
Con o Sin Partituras
Estando en el mercado, tú Dueño, te das cuenta de la importancia estratégica de incoporar una normativa, pero cuando no tienes partituras para la operación de tu empresa, la nueva normativa solo aumentará tu chamba de hombre orquesta y todo dependerá de ti.
Por el contrario, cuando tienes las partituras de tu empresa: Checklist Operativo, Modelo Financiero Ranchero, Indicadores y Consecuencias, se facilita la incorporación de la normativa.
A partir de las partituras, primero analizas el impacto de la normativa en la rentabilidad operativa, si es favorable, analizas sus implicaciones operativas.
Con esta información ajustas tus indicadores, para que incluyan la normativa.
Luego conviertes los requerimientos de la normativa, en actividades que se tienen que realizar en la operación cotidiana, las comparas con tus partituras e identificas dónde tienes que complementar o agregar ya sea un paso adicional, alimentar un indicador o bien generar un documento.
Una vez realizado este diseño, le explicas a tu equipo la importancia y beneficios de la iniciativa, cómo funcionarán las auditorías y sobre todo qué es lo que tienen que hacer ellos.
Entrenas al equipo, arrancas con los ajustes de la operación y supervisas con los indicadores.
Achis, no era pa’tanto
Cuando en Sin Desmadre Operativo, ayudamos a nuestros clientes en este proceso, al capacitar al equipo, frecuentemente nos hacen este comentario.
La razón es muy sencilla, llenar un dato en el momento que terminas una actividad, te lleva segundos. Tratar de hacer todo antes de la auditoría, consume horas y provoca muchísimo estrés.
Esto es posible, porque la normativa está embebida en toda la operación y el trabajo cotidiano alimenta los árboles de indicadores que necesitan la operación y la normativa.
Dicho de otra manera, matamos dos pájaros de un tiro. Operación y Normativa.
¿Y si necesitamos otra normativa?
Hacemos exactamente lo mismo. La incorporamos al trabajo cotidiano, a partir de las partituras operativas. Hay actividades que puedes aprovechar para varias normativas.
Cualquier normativa, bien ejecutada, diariamente, agrega solamente algunos segundos en el trabajo de algunas personas. No es para tanto.
Beneficios
Cuando complementas tu operación diaria con las normativas, puedes mejorarla sin perder la esencia de tu empresa.
Primero, porque las normativas establecen estándares probados para muchas empresas en tu industria. Segundo, porque ubican a tu empresa en una mejor posición con respecto a tu competencia. Tercero, porque te dan acceso a las ligas mayores.
Además, generas información muy valiosa que complementa tus indicadores operativos.
Las personas en tu empresa, no tendrán problema con ejecutar su trabajo, pues cumplirán con ambos temas usando un mismo esfuerzo.
Todos estos beneficios se logran sí y solo sí, todas las personas ejecutan la operación consistentemente todos los días.
Querido Dueño, ahora puedes fortalecer tu empresa con Normativas, sabiendo que operativamente, no es para tanto.
Me dará mucho gusto platicar contigo cómo podemos ayudarte a tener cumplimiento operativo y normativo, puedes agendar reunión en esta liga.
Recuerda: Cumplimiento Operativo y Normativo