Querer mejorar tu empresa es un buen deseo, pero, actuar todos los días, es lo único que produce resultados reales y mejora.
Cuando hay Desmadre Operativo, todos en la empresa tienen el deseo de mejorar, para bien de todos, todos tienen ideas, muchos se quejan, sin embargo, nadie actúa.
Algunas personas no actúan porque simplemente no les importa. Otras creen que están ayudando quejándose de todo. Otras tantas, ya se cansaron de proponer y que no pase nada. Unas pocas, realmente están actuando, pero la inercia detiene sus esfuerzos.
Y mientras tanto, la Rentabilidad Operativa, está pagando los platos rotos.
Hasta que llega la gota que derrama el vaso, decides que la situación no puede seguir así y empiezas a buscar soluciones.
Y en eso, te dan una línea de crédito adicional, haces una venta nueva y ya. Fin de la intención. Porque ya no duele tanto el Desmadre.
Esta historia se repite y se repite.
Dieta, Descanso, Ejercicio
Cualquier especialista de la salud, recomienda tener una dieta balanceada, dormir bien y hacer ejercicio.
¿Está fácil, verdad?. Entonces por qué hay tantas enfermedades relacionadas con el sobrepeso.
Porque culturalmente no estamos programados para tener buenos hábitos, queremos soluciones inmediatas y sin esfuerzo.
Las pastillas milagrosas, la máquina de 5 minutos de ejercicio, la almohada relajante y un sin fin de cosas.
Adicionalmente, no estamos dispuestos a renunciar a los “placeres de la vida”. Comida chatarra, desvelarte viendo una serie, estar sentado todo el día para descansar.
Es decir, nuestra visión siempre es de cortísimo plazo, prácticamente de un día para otro.
Obviamente, lo único que te mantendrá saludable, es la acción cotidiana: Comer saludable todos los días. Dormir bien y suficiente. Hacer ejercicio mínimo 4 veces por semana.
La acción cotidiana se facilita cuando actuas para lograr un beneficio global; de mediano y largo plazo.
Es un tema de hábitos, es decir, constancia, consistencia y disciplina.
Eso explica por qué los que andan corriendo en la calle están en forma. Quiero decir, no empezaron a correr ayer, son corredores constantes y los beneficios saltan a la vista.
¿Y la Rentabilidad Operativa?
La rentabilidad operativa es como la salud. Necesitas que tu empresa coma saludable, duerma bien y haga ejercicio.
Comida Saludable: Vender lo que te conviene, a los clientes que te conviene y tener un flujo constante (de dinero).
Dormir Bien: Que cada persona en la empresa, sepa qué tiene que hacer, para que lo haga en tiempo y forma, y así tu empresa tenga un ritmo productivo y saludable.
Hacer Ejercicio: Garantizar que todos en la empresa estén bien entrenados, seguimiento cotidiano a indicadores y planes de mejora continua.
Como cuando le entraste muy duro a la botana en las vacaciones, para volver a estar en forma necesitas un esfuerzo adicional, para iniciar y retomar el ritmo.
Lo mismo pasará en tu empresa, hace falta una esfuerzo adicional para tener una definición operativa clara, que sea una guía diaria para todos en la empresa.
A partir de está guía, se necesita un esfuerzo grande, para alinear a todas las personas con los nuevos hábitos, hasta que todos alcancen el mismo ritmo.
Para mantener el ritmo y eventualmente mejorarlo, se necesitan 3 elementos: Seguimiento, seguimiento, seguimiento. No a las microtareas, seguimiento al cumplimiento de los hábitos.
Mejora Continua
Cuando actúas apoyado en buenos hábitos, la mejora continua llega de manera natural.
Como el Desmadre Operativo desapareció, ahora se ven con claridad todas las cosas que funcionan en tu empresa y con la tranquilidad del trabajo ordenado, es muy fácil que todos identifiquen áreas de mejora.
Adicionalmente, todos cuidan los hábitos, porque a todos nos gusta trabajar en un lugar justo, con reglas claras y hábitos saludables.
Por supuesto habrá imprevistos, urgencias y otras situaciones que vengan por cambios en el entorno, pero será más sencillo afrontarlas, porque ahora podrás ajustar y mejorar con agilidad.
Cuando trabajas para mejorar tu salud, lo único que tienes es tu cuerpecito de sololoi, porque no tenemos partes intercambiables, así es que los buenos hábitos mejoran lo que ya tienes.
Lo mismo pasa en tu empresa, cuando actuas cotidianamente para mejorarla, aprovechas más lo que ya tienes y proteges la rentabilidad operativa.
Querido Dueño, la decisión es tuya: Querer o Actuar.
Cuando estés listo para actuar, platiquemos cómo podemos acompañarte, agenda en esta liga.
Recuerda: Actuar para Mejorar