En una cáscara callejera de futbol, lo más importante, además del balón, es definir los límites de la cancha. Este concepto es igual de importante en tu empresa.
Frecuentemente, las personas me platican que están sobresaturados de trabajo y que sienten que su equipo no los apoya lo suficiente.
Entonces les platico esta analogía de la cáscara de futbol y les pregunto si en su caso, han definido y explicado con claridad los límites de la cancha.
La mayoría de las veces no se ha hecho. O en el mejor de los casos se hizo hace varios años. Que es lo mismo a que no existieran.
Esta ausencia de límites, provoca que las personas en la empresa trabajen doble, repitan actividades y dejen de hacer otras.
Por supuesto, también provoca que constantemente tengan que estar delegando para arriba.
La falta de límites genera mucho Desmadre Operativo
Hay una creencia popular de que los límites y referencias, hacen a las personas y a las empresas burocráticas y lentas, en realidad es todo lo contrario.
Cuando cada persona tiene claridad de los límites y referencias, puede trabajar con muchísima autogestión, eficiencia y tranquilidad. Porque sabe con claridad hasta donde actuar sin afectar su aportación a la empresa.
El secreto está en tener límites saludables.
Es decir, no se trata de tener ochocientos límites, se trata de trazar una cancha segura para que todos en la empresa se desarrollen en su trabajo cotidiano.
Vuelvo al caso de la cascarita de fútbol, cuando es en la calle. Los límites laterales los marca la banqueta, para cada portería se ponen unos tabiques, cuidando que las dos porterias sean del mismo tamaño.
Si el balón sale de estos límites es fuera. Si viene carro, el portero quita los tabiques de las porterías y las pone de nuevo donde mismo. Claro y sencillo, para poder disfrutar el juego.
¿Cómo definir límites prácticos?
Lo más importante es proteger la continuidad de la empresa, para ello debes tener claro qué situaciones afectarían su continuidad y cuál es el límite mínimo y/o máximo permitido.
En Sin Desmadre Operativo usamos cinco indicadores de batalla, para los cuales definimos límites, a continuación un ejemplo, es diferente para cada empresa:
- Utilidad. Sin Límite: Con que ganemos está bien. Con Límite: Utilidad mayor a 20%.
- Ventas. Sin Límite: Vender mucho más. Con Límite: 60% nuevos. 40% recurrentes.
- Cobranza. Sin Límite: Que no nos deban. Con Límite: Máximo 5% incobrables.
- Entregas a tiempo. Sin Límite. Nadie se ha quejado. Con Límite: 100% a tiempo.
- Recurrencia. Sin Límite. Solo clientes nuevos. Con Límite: Cubrir 100% gastos fijos.
Esta claridad facilita todas las actividades en tu empresa: El trabajo en equipo, las reuniones, la generación de reportes y por supuesto lo más importante la relación con los clientes.
Vuelvo a la Cascarita de Fútbol
Si el balón cae en la banqueta es fuera, entonces el equipo contrario al que sacó el balón, puede hacer un saque de mano. Nadie reclama, no se hace una junta para ver qué hacer. El límite está claro y lo que se hace cuando se sale del límite también.
Lo mismo debe ocurrir en tu empresa una vez definidos los límites. Necesitas especificar qué regla aplica. Ejemplo: Si la utilidad de una venta es menor a 20%, entonces hay que pedir autorización al director.
Cuando todos saben qué hacer y qué no hacer, con límites y reglas claras, el Desmadre Operativo se va y deja lugar para la tranquilidad y el crecimiento.
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Recuerda: Definir Límites mejora tu Empresa.