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¿Qué he aprendido en la Pandemia?

2 cosas: Lo que necesito y lo que no. Necesito a Dios, mi familia, amigos, salud, trabajo. No necesito lo que me distrae de todo lo importante.

Llevamos 6 meses con una realidad que llegó de un día para otro. Es nuestra nueva realidad.

El encierro y el distanciamiento social han sido lo que más ha cambiado nuestra situación. Lo que más nos sacó de nuestra zona de confort.

Todos hemos vivido experiencias negativas de todo tipo, la pérdida de vidas sin duda la más dura.

En medio de toda esta incertidumbre, me di cuenta de todo lo bueno que tengo, mucho de lo cual me fue dado. Lo que tengo y más valoro, son personas y experiencias. No lo material.

Por supuesto la parte económica es fundamental, nos permite dar sustento y seguridad a nuestra familia. Al hablar de lo material, me refiero a las cosas que compramos por capricho y que nos roban tiempo de lo importante.

En las primeras semanas tuvimos que hacer ajustes en casa. Repartir las tareas entre todos. Acomodarnos para poder estudiar y trabajar al mismo tiempo. Convivir todos los días a todas horas, nos ayudó a conocernos mejor.

Con el paso de las semanas, empecé a extrañar cosas importantes. Los paseos en familia, los viajes, visitar a los abuelos, convivir con los amigos.

En lo laboral también aprendí muchas cosas. Todas acerca de la importancia de estar cerca de las personas: Compañeros, clientes, proveedores.

En medio de todas estas reflexiones, redescubrí el valor de una oportunidad. Nuestra vida gira en torno a ellas y con nuestra voluntad podemos aprovecharlas.

Toda nuestra vida se basa en un sin fin de oportunidades diarias, algunas las creamos nosotros, otras nos las dan y algunas las encontramos en el camino.

Aprovechar una oportunidad requiere siempre nuestro ánimo y pensamiento positivo. Pensar en los demás siempre aumenta el valor de una oportunidad.

Hay oportunidades muy importantes. Abrazar a tu esposa, a tus hijos, decirles que los quieres, hablarle a tus Papás, llamarle a un amigo, compartir momentos como un carnita o ver una película.

Más oportunidades importantes: Escuchar a un compañero, ayudar a otras personas dándoles oportunidades, participar en equipo por un bien común, diseñar una nueva forma de dar valor a los clientes.

Empatía, es otra cosa importante, en mi caso descubrí que era menos empático de lo que yo creía. Porque daba muchas cosas por sentado. Hoy busco abiertamente ser empático, hablar más de cómo están las personas, cómo se sienten.

Podría seguir hablando muchísimo de todo lo que he aprendido. Sin embargo, mi intención con este artículo, es invitarte a que reflexiones sobre todo lo bueno que tienes, independientemente de cómo la estés pasando.

Hacer una lista siempre ayuda, al verla te sentirás muy contento y sobre todo con mucha energía para seguir viendo hacia adelante, tienes mucho camino por recorrer, muchas oportunidades que ofrecer y aprovechar. Sobre todo, mucho amor para dar.

Te invito a agendar una Sesión Antidesmadre, en esta liga.

Recuerda: Enfócate en lo importante.