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No le pidas peras al …

Por la urgencia, contratas a la primer persona disponible y quieres que mejore tu empresa. No va a suceder.

Lo más triste de esta situación, es que normalmente culpamos a la persona por la falta de resultados, le exigimos, la presionamos, hasta que irremediablemente truena y se va.

Cuando esto ocurre cometes una tremenda injusticia, con la persona, con todo tu equipo y tu empresa.

Es una injusticia porque tú eres quien contrató a la persona y la ubicó en una posición que no corresponde a su perfil.

Como consecuencia, el resto del equipo tiene que compensar las carencias de la nueva persona, tú también te distraes y obtienes el resultado opuesto a lo esperado.

Es decir, una persona que trajiste para ayudar, ahora es una carga para todos.

Los errores en el personal, son los más costosos, en dinero, tiempo y sobre todo en el impacto emocional de las personas.

¿Por qué ocurre esto?

En la mayoría de los casos, porque no sabemos contratar personas, nunca nos entrenan para ello.

Además, creemos que sí sabemos, porque las primeras personas que contratamos “sí nos salieron buenas”.

Lo que pasa con las primeras personas, es que trabajan tan de cerca contigo, que digamos, te agarran el modo y tú a ellos.

Conforme vas creciendo en personal, es más difícil estar junto a las personas y el conocimiento se va diluyendo.

Las personas iniciales, tampoco tienen la habilidad de contratar y mucho menos de explicar.

Para rematar, cuando entra una persona nueva, no le tienes una lista de encargos e indicadores. La avientas a la alberca y si no se ahoga, bienvenida.

Supones que por haber tenido experiencia en un área, ya sabrá como se hacen las cosas en tu empresa.

Resultado, desmadre operativo por todos lados.

Principales errores

Todos, sin excepción, los hemos cometido.

Contratar por cercanía:

  • Contratas algún conocido
  • Sobrino recién graduado
  • Pides recomendados en la carne asada

Contratar por experiencia:

  • Alguien con experiencia en empresas como la tuya
  • Una persona con experiencia corporativa

Pedir peras al olmo:

  • A un ingeniero le pides cosas administrativas.
  • A un administrativo le pides cosas de ingeniería.
  • A una persona extrovertida le encargas trabajo de escritorio.
  • Al introvertido lo pones a coordinar ventas.

¿Cómo resolver esta situación?

Como ya podrás imaginarte, esta situación la tienes que resolver tú directamente, no puedes delegar algo tan importante.

Mi recomendación es que no empieces haciendo un organigrama. Lo que necesitas es un mapa funcional.

Es decir, necesitas describir en blanco y negro, las actividades específicas que ocurren en toda la relación con tus clientes, desde que son prospectos, hasta que entregas y cobras.

Esta descripción tiene un doble beneficio:

  1. Un marco de referencia común para todos.
  2. Descripción detallada de las actividades a realizar por cada posición.

Ahora sí puedes dibujar tu organigrama ideal, sin nombres de personas, solo con nombres de posiciones y en base a las actividades a realizar por cada posición, fácilmente puedes identificar el perfil que se necesita.

Con esta claridad, escribe los nombres de las personas actuales en cada casilla, de acuerdo a su perfil, habilidades y experiencia.

Una herramienta muy importante es que te apoyes en algún despacho especializado para que obtenga el perfil de cada persona, con estos resultados podrás reacomodar a cada persona donde corresponde.

Cuando termines de acomodar los nombres, verás con claridad qué posiciones te falta cubrir o complementar y en qué orden, de acuerdo a su impacto en la organización.

Para tu próxima contratación, apóyate de un despacho especializado en reclutamiento y solicítale que te busque una terna con el perfil específico que necesitas, además de los temas tradicionales.

Al ingresar cada persona, es fundamental que le expliques todo el funcionamiento de la empresa, para que tenga claro dónde y cómo participa. Luego le explicarás detalladamente sus actividades, los resultados esperados y cómo será medida.

Por supuesto, la cultura de tu empresa ayudará mucho a la integración y crecimiento de la persona en tu empresa.

Lo más importante es que tendrás un ambiente justo, donde cada persona está en una posición afin a sus habilidades, con actividades y resultados esperados claros.

Justicia, para la persona es tener las herramientas para lograr los resultados que se esperan de ella. Para tu empresa, es tener herramientas que te permitan evaluar el resultado de las personas.

Si una persona no alcanza los resultados en el período correspondiente. Primero te acercas para apoyarla y guiarla. Segundo levantas un acta administrativa. Tercero la separas de la empresa.

Recuerda, que no es justo arriesgar a todo el equipo de trabajo, por una persona que no quiere cumplir con lo que le corresponde.

En este punto, tienes una ventaja enorme, porque ya puedes pedirle peras al peral.

Cada persona, tú incluido, está donde les corresponde.

Con la metodología Sin Desmadre Operativo, te acompañamos paso a paso en la construcción de tu marco de referencia, para tener una empresa justa.

En esta liga puedes agendar directamente una llamada en el horario que prefieras. Me dará mucho gusto compartir contigo cómo podemos hacerlo.

También puedes aprender 3 herramientas para eliminar el Desmadre Operativo, en este taller de libre acceso, da clic aquí.

Recuerda: Pídele peras al peral.