Cuando empecé como empresario, creí que vendía mis productos y servicios. Me esmeraba en empacarlos de la mejor manera, resaltando los atributos que yo creía importantes. Business as usual.
Cuando estaba leyendo el libro Build to Sell (John Warrillow), en uno de los capítulos, la recomendación era ir con tus clientes y preguntarles qué te compraban.
Que pregunta tan rara, pensé. Obvio, me compran lo que hago. De cualquier manera me pareció un buen ejercicio, así es que durante dos semanas estuve visitando clientes para preguntarles qué me compraban.
Debo reconocer que tenía un poco de temor, sentía que algún cliente podría decirme: Tienes razón, no sé porque te seguimos pagando, bye. Jajaja, no pasó nada, pero recordarlo siempre me da risa. Son de esos temores que a veces nos construimos.
En fin, mi sorpresa fue que nadie me compraba mis servicios. Me compraban el tiempo y dinero que les generaban mis servicios. Todos me dieron la misma respuesta.
¡¡¡PUM!!! No me había dado cuenta, ni siquiera lo tenía en el radar. Me puse a analizar cómo vendían empresas de diversos giros, la mayoría vendía sus productos, por supuesto.
Sin embargo, las que tienen mejor relación con sus clientes, abiertamente comunican cómo le recuperan tiempo y dinero a sus clientes. Es decir, ponen en primer plano, como debe ser, los beneficios que le generan a sus clientes.
Así es que, mi sugerencia es que replantees tu empresa, para que esté enfocada en que tus clientes recuperen tiempo y generen dinero. Notarás un cambio impresionante en todos los ámbitos.
El beneficio adicional, es que apliques esta evaluación en ti. Es decir, ¿lo que haces cada día te recupera tiempo y genera dinero? SÍ, continua. NO, déjalo.
Te invito a agendar una Sesión Antidesmadre, en esta liga.