fbpx

Para llegar al 100, empieza por el UNO

¿Cuántas cosas tienes detenidas por no tener un 100% de claridad? Lo más curioso es que en la mayoría de tus logros, no tenías idea de cómo alcanzarlos. Sin embargo, empezaste, diste el primer paso y eventualmente llegaste.

Si hoy estás paralizado con algún proyecto o iniciativa y no sabes por qué, sigue leyendo.

Normalmente esta parálisis se presenta, en los temas en los que no somos expertos o no nos sentimos seguros. Otras veces se da cuando lo que queremos iniciar, creemos que va en contra de lo que estamos acostumbrados a hacer.

La raíz de la parálisis son nuestras suposiciones.

Suponemos que no va a pasar como queremos, que va a salir muy caro, que no estamos preparados.

Y por una suposición, detenemos iniciativas que podrían generar muchísimo valor.

Por preguntar no cobran.

No necesitas arriesgar toda tu empresa, una gran cantidad de dinero o tu tranquilidad por una idea nueva.

Lo que necesitas es el paso UNO: Preguntar. Es decir, eliminar las suposiciones (dudas) una por una: Preguntando, investigando, haciendo un par de pruebas.

Muchas veces, mis clientes me comentan que tienen proyectos detenidos para cuando la situación sea mejor. O sea, nunca. Porque si no tienes definido el proyecto, nunca sabrás cuándo será esa mejor situación.

Mi trabajo es acompañar a mis clientes en bajar a blanco y negro el proyecto, sacarlo de su cabeza, que sea tangible para que podamos evaluarlo: cómo funciona, qué necesita, qué cosas se tienen, cuáles hacen falta.

En base a esta evaluación, hacemos un plan de trabajo para validar cada punto. El resultado es una radiografía: con datos, tiempos, costos y lo más importante una estimación del beneficio que generará para la empresa.

Con esta información se puede elegir una opción:

  1. Borrar el proyecto de la lista porque no es factible. Con esto liberas espacio para un nuevo proyecto.
  2. Ponerlo en espera, con una fecha futura de inicio, hasta que se logre una meta previa que está en camino. Por ejemplo: Entregar el proyecto X o terminar de abrir la sucursal Y.
  3. Empezar de inmediato, ya sabes lo que necesitas para arrancar. Puedes aprovechar todo lo que ya tienes.

Ninguna de estas decisiones se pueden tomar si antes no bajas las ideas a blanco y negro.

Las ideas revoloteando en tu cabeza te quitan tiempo y te distraen. Es fundamental que elimines las que no son factibles, para que dejes espacio para nuevas ideas.

Aplicar este procedimiento a cada idea que tengas, te permitirá identificar rápidamente cuáles son factibles, aprovechando todo lo que tienes: Experiencia, recursos, clientes.

Ningún proyecto tiene el 100% de éxito asegurado, así es que no te detengas por ello, define un porcentaje de éxito mínimo para empezar y adelante.

Un pequeño recordatorio de algo que no tenías seguridad del 100% cuando empezaste: Tu empresa.

Te invito a agendar una Sesión Antidesmadre, en esta liga.

Recuerda: Suponer detiene, actuar produce.