Conversar nos conecta con las personas, nos alimenta, nos hace crecer.
¿Cuántas veces perdemos la oportunidad de conversar, movidos por el acelere de todos los días?
¿Cuántas veces desperdiciamos las reuniones con amigos, hablando de cosas irrelevantes como la serie de Netflix que estás viendo?
Ayer me reuní con mis queridos amigos de la carrera. Una excelente carnita asada. Aunque nos vemos con cierta regularidad, nunca habíamos compartido nuestras historias profesionales.
Cada uno compartió cómo había desarrollado su carrera desde que nos graduamos, por la confianza que nos tenemos todos compartimos temas muy personales.
El solo hecho de reconectarnos de esa manera, entre anécdotas y buenos chistes, con momentos complicados y maravillosos, nos hizo crecer en todos los sentidos.
No puedes entender lo profesional, sin lo personal. O mejor dicho, tus intereses personales son los que guían tu carrera profesional.
Hubo un común denominador, todos tuvimos una situación que marcó nuestras carreras. Ninguna de estas situaciones muy espectacular en el momento que ocurrió, pero absolutamente trascendental con el pasar del tiempo.
Que importante es valorar las pequeñas situaciones y el impacto que pueden tener en tu vida.
Que importante la conversación, compartir y recibir, es una ganar ganar. No solo te conectas con los demás, también lo haces contigo mismo.
El poder de la conversación, mejora nuestra capacidad de compartir y recibir.
Además de las conversaciones fundamentales con tu familia. Te sugiero que tengas al menos una conversación a la semana con buenos amigos que no hayas visto por el acelere diario. Agenda una Sesión Antidesmadre, en esta liga.
Recuerda: Con la conversación todos ganamos.