Por mucho tiempo no entendí la relación entre ambos, creí que el éxito traía bienestar. Trabajé mucho tiempo con esa base, poco a poco descubrí la diferencia.
El éxito normalmente se define por la prosperidad económica, es decir, es unidimensional. En tu lucha por alcanzarlo, puedes desbalancear tu vida, restándole importancia a otras temas. Te dices: Cuando llegue al éxito haré esto o aquello.
En dos charlas diferentes, con amigos de más experiencia, me hablaron de trabajar para lograr bienestar. El bienestar es integral, abarca a la familia, amigos, empresa, por supuesto a uno mismo.
Bienestar es vivir con tranquilidad, paz y emoción. Para mí es una meta que vale la pena.
Este enfoque me ha ayudado mucho a replantear cómo hago las cosas. El solo hecho de pensar en el bienestar, te permite poner más atención en los demás, cuidarlos, aportar valor, simplificar la vida.
Esta forma de ver la vida crea un círculo virtuoso, porque cada día vives con bienestar, es como un juego de palabras, el buscar bienestar te produce bienestar y por ello vives en bienestar.
Hace poco me preguntaron cuál ha sido mi mayor éxito, mi respuesta: No haberme perdido ningún festival o evento de mis hijos. Bienestar total.
Te invito a agendar una Sesión Antidesmadre, en esta liga.